top of page

"El Chico de mis Sueños" - Un relato de Inés Río Polo, ganadora 1er. ciclo

  • Foto del escritor: Inés Río Polo
    Inés Río Polo
  • 9 may 2024
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 13 may 2024

El Chico de mis Sueños


Para mucha gente, la mejor parte del día es por la mañana, cuando sale el sol, puedes jugar y pasar tiempo con la gente que quieres. Pero no para mí. Mi parte preferida del día es la noche. Donde puedo verle. A él, el Chico de mis Sueños.


Como cada día, llegué a casa y entré por la puerta trasera para que nadie me viese, que daba a la cocina y luego cené con mi familia. Para luego subir a mi habitación, meterme en la cama y cerrar los ojos, esperando que el sueño me lleve con él.


Cuando lo hace, aparezco en una sala blanca, con dos sillas, y como siempre, una ya está ocupada por él.


Ahí sentado tan erguido y con la voz blanquecina realzando su pelo color azabache, parece un rey, de la corte.


-          Buenas noches, Ana- Dice, y me sonríe como cada noche. -¿Cómo estás hoy?


-          Bien, ¿y tú? -Le respondo sonriendo, a pesar de la duda inminente que corroe mi cuerpo. -Hay… hay algo que necesito preguntarte desde hace varios días.


-          Bueno, intentaré resolverla. Para ti. -Con estas palabras ya ha conseguido ser un poco más perfecto.


-          ¿Cómo es que aún no sé tu nombre? Llevamos varias semanas hablando y aún no lo sé. -pregunto algo avergonzada, mirándome las playeras.


-           Va a ser que no podré resolverla. Nunca has de saber mi verdadera identidad, puede repercutir en tu vida real y dañarla. -Dijo más serio. -Confía en mí, por favor.

 

Y confié en él y no repliqué más sobre el tema. Al acabar la noche, nos despedimos con un abrazo, deseando que llegase la noche siguiente.


Pasaron días, luego semanas y cada noche soñaba con él. Una de esas noches, volví a despertarme en la sala blanca que también conocía. Esta vez, él estaba sentado más encorvado de lo habitual, con el pelo negro revuelto y la cara demacrada, sin aquel brillo tan suyo en los ojos.


-          ¿Estás bien? -Pregunté extrañada, por no recibir mi diaria sonrisa.


-           Sí. Ana, has de irte, por siempre. -Murmuró muy serio.


-          Pero, ¿qué? -No entendía nada. -No lo haré jamás.


-           Vete, Ana y jamás vuelvas. Jamás sueñes conmigo más.


Antes de poder ya siquiera rechistar, una gran sombra irrumpió en la pulcra habitación, llenándola de oscuridad.


-          ¡Fuera, Ana! Despierta ya. -Gritó mientras le engullía aquella oscuridad.


Me desperté jadeando y sobresaltada por el miedo, sin creerme lo que acababa de ocurrir.

Pasé aquel día como uno normal, solo que más preocupada y distante. Al llegar a casa y cenar con mi familia subí a dormir. Solo que, esta vez al abrir los ojos en la sala blanca, él no estaba.


Los siguientes días lo seguí intentando, pero no volvió a aparecer. Pasaron semanas y a cada día que pasaba me sentía más triste, más sola y más distante.


Incluso mis padres se dieron cuenta de mi estado después de entrar en casa por la puerta trasera, que ya estaba abierta desde las seis y derrumbarme de bruces en la cocina. Todos acudieron a mí, preocupados, pero rehuí de ellos y subí a soñar, aunque ahora fuese una agonía y, aún así, volví a toparme con la blanca sala. Al día siguiente, decidí cambiar mi rutina y despejarme un poco de todo y de todos. Y al acabar las clases me dirigí al pequeño bar de debajo de mi urbanización.


Entré y me senté en una mesa individual, esperando que me tomase nota.


Entonces escuché unos pasos de tenerse ante mí, y sin alzar la mirada hice mi pedido.


-          Buenas un café con leche, por favor. -Dije en voz neutra


-          Como desees Ana. -Me paré en seco, esa voz… era su voz.


Levanté la mirada y me encontré a un chico de pelo azabache y ojos brillantes que tanto conocía, que iba con el atuendo de camarero.


Era él. El Chico de mis Sueños.





Yorumlar


Bu gönderiye yorum yapmak artık mümkün değil. Daha fazla bilgi için site sahibiyle iletişime geçin.

©2022 por Revista digital Instituto Astillero "La RIA". Creado con Wix.com

bottom of page